No soy psicólogo. Soy alguien que vive con trastorno de ansiedad y quiere compartir sus experiencias contigo.
El calor y la ansiedad
Las altas temperaturas son parte de ese entorno hostil y de por sí aumentan el gasto de energía, ya que el cuerpo para regular su temperatura interna consume más de esta. Generalmente cuando hace mucho calor los episodios de pánico en el trastorno de ansiedad se ven aumentados. Es en si, como esa sensación de no tener energía para nada. Mudarte a un clima frio o utilizar aire acondicionado te ayudará a mantener un nivel de energía óptimo para trabajar y estudiar.
La fotofobia
Una de las sensaciones que sentimos cuando tenemos ansiedad es la sensibilidad de nuestros sentidos, incluso aumento de los mismos. Por lo que algunas veces el exceso de luz nos agota mucho más rápido que a los demás.
Estómago y la ansiedad
Es un círculo vicioso, el estómago de cualquier persona tiene sensibilidad a las emociones, de hecho, se habla actualmente que el estómago tiene su propio cerebro al igual que el corazón. Es por esto que, cuando sentimos estrés, tristeza, enojo, alegría, amor, odio, etc. Nuestro estomago se ve afectado y a su vez la ansiedad se dispara al percibir problemas estomacales estando siempre en estado de alerta y generando a su vez más estrés, más tristeza, más enojo y viceversa.
Por otra parte, el proceso digestivo requiere una gran cantidad de energía es por esto que recomiendo encarecidamente comer pequeñas o medianas porciones en cada comida. Además de comer muy poco por las noches evitando la ingesta de carnes o granos que consumirán gran cantidad de nuestra energía.
Los colores
La psicología del color ya existe y aunque no conozcamos los significados de cada uno de ellos, nuestra mente si percibe estas características y reacciona de alguna forma. Es por ello que el color amarillo intenso suele ponernos en un estado de alerta, mientras que el azul nos da calma.
Necesidades fisiológicas
Recientemente aprendí que una de las reacciones naturales humanas al sentir peligro es huír o luchar. En el caso de la huida el cuerpo suele generar un estado de evacuación disparando así la necesidad de ir al baño para ir lo más ligeros posible, así mismo al luchar se dispara la adrenalina, acelerando nuestro corazón listo para el combate.
Lamentablemente para el cuerpo en constante estado de alerta, la sensación de taquicardia y/o necesidades fisiológicas suelen generar una respuesta exagerada donde algunas veces estando tranquilos viendo una serie o acostados sentimos un repentino ataque de pánico o ansiedad.
Pensamientos
Nuestra mente consciente e inconsciente suele mantenernos pensando constantemente, algunas veces incluso pensando cosas negativas y ni siquiera lo sabemos. Es por ello que en algunos momentos nuestros miedos o molestias se activan. Ya que, aunque no nos damos cuenta nuestra mente recibió un mensaje y está reaccionando en consecuencia.
El amor y la ansiedad
El amor suele traer paz, sentirnos amados, entendidos y apoyados es una herramienta muy fuerte para superar nuestros momentos de crisis.